El boxeo en Chile (Renato Gónzalez) - Ed. Quimantú,1973
El boxeo en Chile (Renato Gónzalez) - Ed. Quimantú,1973
En "El boxeo en Chile "(Ed.Quimantú, 1973), de Renato González, se nos da un relato histórico de como el deporte homónimo se asentó a principios del 1900 en Chjile, tanto en Estación Central y Valparaíso, a partir de la efervescencia que generaba el deporte en el extranjero. El libro del que se hace la extracción funciona como un archivo doble, por un lado es lo anteriormente mencionado, y por otro, es su contexto histórico: publicado por Quimantú, que como bien sabemos, es la editorial por antonomasia de la UP, y que hizo un trabajo de rescate de saberes y tradiciones hasta su desaparición por el golpe de estado, posterior dictadura civico militar.
NACE EL BOXEO EN CHILE
Los orígenes del pugilismo en Chile son bastante confusos y costaría
fijar el año del primer combate que se efectuó en nuestro país. Podría
señalarse como posible época de esta iniciación la de los últimos años del
siglo pasado y los primeros del que vivimos.
Eran los años en que reinaba en el mundo pugilístico un inglés
trotamundos que se había hecho boxeador en Nueva Zelandia, Bob Fitzsimmons, que
había arrebatado el cetro mundial al primer boxeador científico de la historia,
James Corbett, en marzo de 1897 en Carson City. También hacía sus primeras
apariciones el fuerte calderero James Jeffries y los encuentros de alto nivel
interesaban enormemente a los públicos de Norteamérica. En Chile comenzaron a
presenciarse combates con guantes por esos años en Valparaíso. Se trataba de
encuentros que tenían como escenarios salas muy disimuladas, a espaldas de las
rondas policiales, que no entendían que eso de que dos hombres se agarraran a
trompadas pudiera ser un deporte y debiera ser permitido. Los protagonistas de
estos matches solían ser marineros –ingleses en su mayoría—de barcos de carga
surtos en la bahía. Tal vez algunos de ellos habían sido boxeadores de tercera
categoría o, simplemente, mocetones fuertes y animosos que, por obtener alguna
ganancia extra y por divertirse, aceptaban pelear por una paga modesta. Pero
estas peleas, muy escasas de técnica, se comprende, fueron gustando a quienes
asistían a ellas, y los que las vieron en el puerto y luego vinieron a Santiago,
contaban lo que habían visto y se lamentaban de que no pudieran repetirse en la
capital.
En la Estación Central
Hasta que un grupo de santiaguinos entusiastas se decidió a hacer algo
por esta novísima entretención, tan de acuerdo, por lo demás, con el espíritu
peleador de la raza chilena. Eso que tanto gustaba a los porteños tenía también
que agradar a los de la metrópoli. Y fue así como se fundó el primer club de
boxeo del que se tienen noticias. Quedó ubicado en el subterráneo del Hotel
Melossi, en las cercanías de la Estación Central. Se armó un ring y los
fanáticos de entonces lo rodeaban y se las arreglaban de cualquier modo para
seguir de cerca las peleas.
Esto debe haber sucedido en el último año del siglo pasado o quizá un
poco antes, y pronto se advirtió que el interés iba más y más en aumento, hasta
que el subterráneo de la Estación Central comenzó a hacerse estrecho.
Joe Daly y Budinich
De este modo fueron apareciendo mozos fornidos, buenos para los puñetes
en sus barrios, que quisieron tentar suerte en este nuevo deporte en el que se
peleaba con guantes rellenos de crin. Pero es importante señalar la llegada a
Chile de dos pioneros: Juan Budinich y Joe Dally. Budinich era un chileno
trotamundos, aficionado al boxeo, que apareció en Valparaíso en el 1900. Había
boxeado en los Estados Unidos y hasta había llegado a ser sparring-partner del
campeón mundial James Corbett. En cuanto a Joe Dally, más pequeño, de unos 60
kilos de peso, era inglés y conocía mucho más la ciencia del pugilismo, siendo
un estilista de rectos izquierdos y técnica avanzada. Un maestro de esa época.
Budinich y Joe Daly se vinieron a la capital y aquí, apoyados por
jóvenes adinerados, entusiastas del boxeo, fundaron, allá por 1902, un local
exclusivo para la práctica y la enseñanza del deporte de los puños. Se le
conoció como “La Filarmónica del Huaso Rodríguez” y estaba ubicado en la calle
de la Merced esquina de las Claras (hoy Mac-Iver), junto a la iglesia de la
Merced. DAly y Budinich se dedicaron en su local a enseñar pugilismo y tuvieron
una gran cantidad de alumnos, la mayor parte de ellos de clase acomodada. Se
realizaron allí combates entre aficionados, alumnos de los dos gringos, de
todavía muy escasos conocimientos, pero llenos de enorme entusiasmo. Lo
importante fue que el pugilismo prendió en la juventud y día a día fueron más
los aficionados que quisieron conocer los secretos del arte de la defensa
propia.
Fue tanto el interés por todo esto, que en 1902 se efectuó en el Teatro
Santiago el primer match de boxeo de profesionales del que se tienen datos
fidedignos. Fueron los rivales el negro Frank Jones y el maestro Juan Budinich.
El encuentro fue encarnizado y hasta sangriento, y la gente que lo presenció
rugió de entusiasmo ante tan novedoso espectáculo. Budinich logró derrotar a su
oponente por K.O.
También cayó por estas tierras, en esos años, un inglés llamado James
Perry, que pronto llegó a tener una gran popularidad. Lógicamente se le hizo
pelear con Juan Budinich y el match se efectuó en la calle Huérfanos esquina de
San Antonio. El “todo Santiago” asistió al espectáculo, que resultó muy animado
e interesante, al decir de quienes lo presenciaron y lo recordaron más tarde.
Venció por puntos Budinich en 20 asaltos. James Perry también se dedicó en
Santiago a la enseñanza, y años más tarde su nombre fue recordado en un centro
de boxeo de la calle San Pablo, el “James Perry B.C.”.
"El boxeo en Chile", Renato González.
Ed. Quimantú, 1973.
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