La iluminada circunferencia – Jorge Velásquez
Primeras jugadas
Antes hubo aquí un rehue y luego una capilla
una misión circular prendida en su propia cruz
Los primeros encomenderos y conquistadores
buscaban la oreja de un hombre desnudo
como trofeo
A un extremo de la cancha colocarían el altar
y en la defensa grandes playas levantadas contra el norte
La victoria no fue sino aniquilación de latidos
bajo la siembra
entonces libre de marcadores
domesticaron el
mar y la maleza
Osamentas de plata y oro llevaban sus camisas
La estrategia fue siempre el sembrado de un rosario
las palabras tenían el color de un fruto caído
Plantó aquí la codicia su estandarte
Sólo la muerte jugaría un
partido inconcluso
entre los avellanos.
Táctica de juego
Hubo un tiempo en que los ídolos no tenían camisetas
ni sponsor
y corrían desnudos en .la cancha de cocherrayo.
La garra destellos abrochaba
y figuración en su metáfora
El dolor se hacía retratar en el entretiempo
Así ganaron la vaquilla
Así la ganaron
Dicen que el viento jugó a su favor.
Torneo en Meulín
En nuestra chalupa iba la esperanza junto al timón
un montón de rostros con la
victoria
estallando en sus ojos
iba también la bandurria golpeada con el sueño
una pelota descosida por los
tiros del día anterior
y camisetas recién lavadas
en la tina de Blanca Leviñanco
El sol abría su jaula para encender mariposas
al centro de la isla
En Meulín nos esperan caminos secretos
gritos furibundos como alzando la
tempestad
música ranchera saliendo de la iglesia
y cerveza tatuada en el ángulo
derecho del esquinero
Media hora dura el viaje al infierno
pero la travesía golpea más
fuerte que la hoguera
Todo lo demás pasa,
Ni palabras ni resignación al desembarcar la nave.
Clínica de fútbol
Cuando quebraron a Vaina
muchos amigos lloraron
hasta la amanecida bebieron
(uno de los jugadores más fieros y encarnizados
quedaría fuera de la temporada)
A veces ocurre que Dios se esconde en los camillones
y deja que llueva y granice
todo el invierno en estos pastos
Morir es vivir
El repudio crece con la maleza
y nos pegan codazos en el estómago
En el bar recordamos a Vaina
Todas las jugadas desaparecieron
en la trizadura del
tiempo
Esa tarde perdimos a penales.
Torneo en Llingua
No hay cancha en Llingua sino una pampa
que se extiende en el
aire
hasta cruzar Lin Lin por una
rendija
Dos casas y un árbol quedaron plantados junto al fuego
Allí recalan botes y mujeres en el vientre de una medusa
Ovejas desnudas recorren la recta provincia
para sortear el destino
de los que amanecen sin
mutilaciones
La memoria tiene un candelabro en sus ojos
En la playa una música se aleja con los pájaros a otra isla.
+
Jorge Velásquez (1972). Poeta.
Ha publicado las obras La iluminada
circunferencia y Guaitecas. Sus
poemas han sido en varias antologías de poesía chilena. Ha obtenido Mención
honrosa en los Juegos Florales Gabriela Mistral y el Premio Mejores Obras del
Consejo del Libro y la Lectura.
Comentarios
Publicar un comentario