Bádminton (inéditos de Luis Eduardo García)
Antes el bádminton era
un lugar para el canto.
Pero ya casi nadie canta
en el bádminton.
Qué triste se ha
vuelto
dicen unos
y otros
no.
El 6 de julio de 1998
el bádminton entró a La res de oro
en Amarillo, Texas
y acabó con un bistec de dos
kilos
con cincuenta gramos en siete
minutos
y doce segundos. Pasaron nueve
años
para que Molly
Schuyler
impusiera un nuevo récord.
Fue muy hermoso
cuando aquel hombre sufría
en la zona de saque.
Fue más hermoso
cuando supimos que aquel hombre
sufriente
en la zona de saque
en realidad sólo había soportado dos
horas
sin pestañear.
Fue aún más hermoso
cuando el público
que tenía que ver a ese hombre
sufriendo
voluntariamente en la zona de
saque
no llegó nunca.
A veces no hay palabras
para expresar la fuerza del
bádminton.
En tales casos lo mejor
es evitar decir
“no hay palabras
para expresar
la fuerza del bádminton”
y sólo
seguir jugando.
En 2004
Milos Jovetic se
desnudó
a la mitad de un
partido
para protestar por el
encarcelamiento
del líder estudiantil
serbio
Ivo Krancar.
Ivo Krancar
permaneció en la cárcel
varios años
y Milos
—además
de perder el partido—
pescó un terrible
resfriado.
LUIS EDUARDO GARCÍA
(Guadalajara, 1984). Es autor de Dos estudios a partir de la descomposición de
Marcus Rothkowitz (Tierra Adentro, México, 2012; Libros Tadeys, Chile, 2015),
Una máquina que drena lo celeste (Zindo & Gafuri, Argentina, 2014), Sentencias
sobre arte conceptual. Versión con bacterias (Palacio de la fatalidad, México,
2015) , Armenia (filodecaballos, México, 2016) y Mis poemas Alt Lit (Pez espiral,2017).
Comentarios
Publicar un comentario